Chatear, llamar, editar fotos o jugar son solo algunas de las actividades cotidianas que nos mantienen pegados a nuestro teléfono móvil. Seguro que tú también eres de los que lo necesitan para todo y has notado cómo la velocidad de carga se ha reducido considerablemente desde que lo compraste hasta ahora.
Existen varios motivos por los que esto puede ocurrir, aunque principalmente suelen estar relacionados con la cantidad de datos y aplicaciones que almacenamos en ellos. Sabemos lo importante que es para ti que tu smartphone esté siempre listo para ser usado y no te haga esperar una eternidad para abrir una App. Por ello, a continuación te mostramos algunos trucos para recuperar su velocidad de siempre:
UTILIZA UN ANTIVIRUS
Todos los sistemas operativos corren el riesgo de ser atacados con el fin de obtener acceso a nuestras fotografías, contraseñas o información personal. Los malware pueden llegar a nuestro móvil mediante descargas o visitas que hemos realizado en páginas fraudulentas, y hacen que nuestra actividad en el mismo se ralentice. Utiliza alguno de los antivirus disponibles en tu tienda de aplicaciones para comprobar que tu smartphone se encuentra en perfectas condiciones.
DESINSTALA APLICACIONES QUE NO USES
Con frecuencia instalamos Apps en nuestro móvil que apenas utilizamos como algún juego al que ya no le dedicamos mucho tiempo o a ese editor de fotos que solo hemos probado una vez y que ocupan un preciado espacio en la memoria de nuestro terminal. Te recomendamos que elimines todas esas aplicaciones para liberarlo y recuperar así velocidad.
ELIMINA ARCHIVOS INNECESARIOS
También es usual que ocupemos el almacenamiento con fotos y vídeos que vamos guardando. Lo aconsejable es que realices una limpieza cada cierto tiempo o utilices la memoria en la nube para mejorar así el rendimiento del sistema.
RESTABLECE EL SISTEMA OPERATIVO
Si llevando a cabo todos estos trucos todavía no has mejorado la rapidez de tu teléfono, prueba a restablecer los ajustes de fábrica. ¿Qué significa esto? Que tu smartphone volverá su estado inicial -como cuando lo compraste-, aunque esto supone que la información y contenidos almacenados desaparezcan.
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